La biblioteca (Poema). Una bella historia de amor.
Eran unas cortas vacaciones en un mes de septiembre de los años 80 y esa vez decidimos ir a Asturias, a un inmenso y precioso caserón convertido en hotel rural.
El caserón de la foto nada tiene que ver con la historía contada. La foto es de la red y pertenece a: elmundo.es/viajes y hoteles |
Uno de los días deambulando por aquel caserón, me encuentro con una puerta acristalada que daba acceso a una bonita biblioteca, intenté acceder a ella, pero la puerta estaba cerrada. Al mediodía en el comedor, que estaba ocupado nada más por otra familia y nosotros probablemente por ser ya temporada baja, cuando nos sirvieron la mesa pregunté a la señora que nos atendió si se podía utilizar la biblioteca. Me comentó que si, pero debía de pedir la llave al dueño, al Sr. José, ya que al ser una biblioteca que le tenían en gran estima, querían controlar quien entraba y salía de ella, puesto que se podía hacer uso de los libros. Y así fue, preguntado al Sr. José (propietario junto a su mujer de aquel bello caserón) si la podía utilizar, este me dijo que si, rogándome que, a la salida de la biblioteca, le entregara nuevamente la llave sin dejársela a nadie más. Una vez dentro contemplé que efectivamente era muy amplia con muchos y bellos ejemplares que llamaron mi atención. La estancia era muy acogedora con varias butacas para posibles lecturas y algunos cuadros pintados al óleo interesantes colgaban de sus paredes. Uno de ellos presidía aquel gran salón, era el cuadro de una señora muy atractiva, joven y hermosa, no sabría calcular su edad, en ese aspecto de edades y más de señoras nunca acierto, aunque me aventuro a decir que podría rondar los 40 años. Tenía toda clase de libros. Me llamó la atención uno de los libros que estaba en el último estante y que no alcanzaba a coger con la mano, ya que ese último estante era de una considerable altura y disponible para muy poca gente a no ser que fuese algún jugador de baloncesto. Ese libro, con el lomo descolorido que no dejaba leer su título, llamó mi curiosidad. Estuve husmeando muchos de ellos y francamente había lectura para todos los gustos. Me dije a mi mismo que igual mañana u otro día con tranquilidad leería un poco.
Al cabo de dos días, una mañana temprano después del desayuno de rigor, le pido de nuevo la llave al Sr. José con intención de leer. Al entrar en la biblioteca y ojear los estantes, cuál fue mi sorpresa, que un minúsculo rayo de sol penetraba entre las cortinas de uno de los amplios ventanales y justo, se posaba sobre el famoso libro descolorido. ¡Qué casualidad! Ahora entendía el porqué de ese lomo tan deteriorado. Anduve viendo libros y títulos, pero ese libro de lomo descolorido no sé por qué, me venía a la mente, pero no llegaba a él. Al momento me di cuenta de que uno de los sillones, justo a su lado, tenía un escabel de dos pequeños pisos, el más alto debidamente tapizado con una bella tela estampada de flores, el segundo, que no estaba en línea con el primero, sino a modo de escalera y de madera sin tapizar. Así pues, le cogí, me descalcé y al subirme a él puede coger el famoso libro. Al abrir el libro, mejor dicho, se abrió prácticamente solo, ya que en su interior casi a mitad de sus páginas había una rosa completamente seca pobablemente de muchos años y una pequeña carta escrita, al parecer, ese libro no se había abierto en muchos años, puesto que la carta estaba adherida a la rosa y ésta adherida a la página derecha del libro. Por un momento, me di cuenta de que iba a ser probablemente testigo de algo que sucedió hacía años, lo cierto es que me daba reparo leer aquella carta, pero la curiosidad me embargaba. Con mucho cuidado la despegué de la rosa. Era una carta de amor a una tal Lucía. Una vez leída, la coloqué con sumo cuidado como estaba y dejé aquel libro. Realmente era una bella carta de amor escrita con mucho sentimiento. Aquel libro, precisamente, era una novela de amor que su título, por desgracia, no recuerdo.
Al día siguiente, paseando por los jardines, como gran aficionado que he sido y sigo siendo a la jardinería, entablé conversación con el jardinero ya de cierta edad, calculé más o menos 60 años. Hablando de plantas y del jardín, al final comenté que en la biblioteca había un cuadro de una bella dama, a lo que me respondió que si, se llamaba Lucía y fue la dueña de la casa y que, además, cuando él la conoció aún era una mujer muy bella. La señora era muy amante de las plantas y, al anterior jardinero al que sustituí, le tenía en gran afecto y les unía una gran amistad. Mi curiosidad se interponía entre la jardinería y aquella carta de amor y le pregunté por su nombre, me dijo que el ya fallecido también se llamaba Fonseca. Entonces, ya comprendí algo más de aquella pequeña pero bella carta escrita de amor y por amor.
Probablemente, fui una de las pocas, o tal vez la única persona que esa carta de amor había leído, dado su estado en el libro. Terminando la conversación con el amigo jardinero, le comenté qué fue del marido de la propietaria. Dando por hecho que sería casada, su marido debería ser alguien importante en aquella época dada la grandeza de esta mansión. Me comentó que viajaba mucho, ya que tenía negocios por el extranjero y muchas veces hasta tardaba algún mes en regresar.
Entonces, estaba todo explicado, su bella esposa Lucía sola en un inmenso caserón algo alejada del bullicio de la ciudad, con dos hijos estudiando y quien sabe si hasta su propio marido tenía alguna amante, sabe Dios donde.
Imagino tuvo que ser una muy bella historia de amor.
Bien por Fonseca y por Lucía, si fueron felices eso que se llevaron.
Nota: Me he preguntado muchas veces, dada mi obsesión por aquel libro, si no estaría destinado a leer esa bella carta, para después a los cuarenta años, darla a conocer y realizar un poema a esa bonita historia de amor. ¿Cosas del destino? ¡Quién sabe! Ahí lo dejo.
Los nombres de los personajes aquí narrados son ficticios, con el fin de salvaguardar los nombres reales de esas personas.
dejando pasar hermosa cortina
siempre jugando a esa misma rutina
y en su fervor, aquel libro besaba.
De aquel libro su título pensaba
al dejar su huella tan mortecina,
pues mi curiosidad ya paulatina
presentía que un secreto encerraba.
a sobremano y en escabel mediano
con un gran gozo a ese tomo me asomo.
Me gusto la historia y adore el poema. Te mando un beso
ResponderEliminarMuchas gracias Alexander por tus palabras .
EliminarUn gran abrazo amiga.
Maravilloso texto, Hay carats destinadas a ser abiertas cuarenta años después, seguramente en el momento en el que ese amor declamado no hiera a nadie ya. El soneto es precioso, como una búsqueda del tesoro esondido con un final feliz. Precioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, amiga Albada, por tus palabras, quién me iba a decir que después de 40 años iba yo a tratar este tema y componer un soneto dedicado a esa pareja.
EliminarUn gran abrazo.
Un tema eterno, con una carta bien jugada, creando una bella historia.
ResponderEliminarUn abrazo Juan.
Así es amigo Alfred, un tema realmente eterno.
EliminarGracias por tus palabras, amigo.
Un abrazo.
Uma Estória muito interessante de ler, com um soneto final brilhante
ResponderEliminar.
Feliz semana… abraço poético
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Muchas gracias amigo Rykardo. Un placer tus palabras.
EliminarUn abrazo y buen mes de agosto.
Un precioso poema para homenajear una tierna historia de amor que el destino quiso que llegara a tus manos, un abrazo Juan!
ResponderEliminarAsí fue amiga Cristina. Gracias por tus palabras.
EliminarUn gran abrazo y feliz semana.
Una historia bellísima, es verdad que la historia deja esos detalles,
ResponderEliminarese azar que tarda en salir y nos sorprende después de tantos años.
Gran post nos regalas Juan seguido de un poema a la misma altura.
Un abrazo.
Tú lo has dicho amigo, el tiempo nos da ciertas sorpresas.
EliminarGracias por tus emotivas palabras.
Un abrazo Javier.
Super post
ResponderEliminarPero que bonita historia y que suerte tuviste de ser el lector de esa carta de amor, me hubiera gustado leerla también. El poema es magnífico. He disfrutado mucho con esta entrada.Saludos
ResponderEliminarPues si has disfrutado con la entrada me alegro, Charo. Cosas de la vida, esa carta siempre la he recordado a pesar de los años transcurridos. Era una hermosa carta de amor de las que dejan huella.
EliminarUn abrazo, amiga.
No conocía tu afición a la poesía, una de las más bellas aficiones que el ser humano puede disfrutar.
ResponderEliminarConocía tu maestría como jardinero pero nunca en nuestras largas
reuniones en Benidorm.
ResponderEliminarSoy Paco Candela, también un enamorado de la poesía...
¡Hombre! D. Francisco, ¿como estás? espero te encuentres bien de salud. Hace unos días te iba a llamar por teléfono por si habías tenido problemas con los incendios. Imagino que estarás en Cuenca disfrutando de la naturaleza.
EliminarYa somos dos los enamorados de la poesía. Yo algo sabía al respecto de ti, sé que te gusta la poesía, sobre todo la clásica.
Ya estamos en contacto por Facebook, nos tenemos localizados y este es el blog de poemas que tengo aparte del otro de jardinería.
Un placer saludarte por aquí, amigo. Ya hablamos.
Un fuerte abrazo Paco.
Dominas el soneto, qué duda cabe, amigo, pero la historia que cuentas (ya imaginada o vivida) es de lo mejor que he leído en años. Encontrar literatura en una carta contenida entre las páginas de un libro "embarazado" de otra historia... No puedo menos que conmoverme. Extrema sensibilidad la tuya.
ResponderEliminarChapeau. Abrazo más que admirado.
Muchas gracias por tus inestimables palabras Carlos. Siempre un placer estimado amigo.
EliminarRecibe un afectuoso abrazo poeta.
Es una maravilla la historia que cuentas y a no se por los comentarios hubiera seguido pensando que era ficción.
ResponderEliminarLa poesía remata esta estupenda entrada.
Un abrazo Juan
Muchas gracias, amigo Fernando. Es una historia real de hace ya muchos años y siempre la he llevado y guardado conmigo.
EliminarUn fuerte abrazo
Gran poeta y amigo. No te canses, esto de da vida
ResponderEliminarDices bien amigo "anónimo" mucha vida. De alguna manera te mantiene activo y ejerces bastante el cerebro, a ciertas edades es bueno, mientras funcionemos lucidos y con ganas de escribir no pararé.
EliminarSaludos o abrazos, que no te dé corte identificarte, esto es una grande y buena familia donde todos son bien recibidos.
El texto introductorio bin hilvanado para darnos una referencia de esta historia de amor cautiva en las páginas de un libro en la rosa y la carta. Y qué buen soneto, de tu emoción por los personajes que hacen parte de esta escondida historia de amor. Con aprecio, Carlos Augusto Pereyra Martinez. Que probkema con Boggler que nos manda al anonimato.
ResponderEliminarMuchas gracias estimado amigo y poeta. Siempre un placer tus palabras.
EliminarÚltimamente, blogger está dando muchos problemas, yo ya me he quejado, veremos si dicen algo al respecto.
Un abrazo Carlos
Te lo digo sencillo,me encantó,cariños.
ResponderEliminarMuy amable amiga Fiaris.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hermosa historia de amor, estimado Juan. Cuantos amores que nacen y mueren escondidos entre los latidos de los corazones. Saludos.
ResponderEliminarmariarosa
Así es amiga mariarosa, cuantas historias escondidas habrá.
EliminarUn abrazo.
Un placer leer tan bella historia.
ResponderEliminarSigo de vacaciones, pero vengo a dejarte un fuerte abrazo.
Muchas gracias por tus palabras, pasar y más estando de vacaciones Amalia.
EliminarUn fuerte abrazo y disfruta de esas merecidas vacaciones, hasta la vuelta amiga.
Juan, qué buena historia nos has contado, amigo. Los protagonistas sonríen al comprobar que su bello romance sale a la luz y además agradecidos por tu bello pòema,que inmortaliza ese bello momento. Has unido el pasado y el presente y ya es futuro en nuestra mente, amigo poeta. La vida te premia con historias y vivencias, que enriquecen tu espíritu y tus letras. Un millón de gracias por tu generosidad.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Juan. Feliz mes de agosto, amigo.
Muy agradecido por tus bellas palabras, estimada amiga poetisa, siempre son un placer Mª Jesús.
EliminarRecibe con todo mi afecto y cariño un fuerte abrazo amiga mía.
¡Qué cosas tiene la vida! . Estoy segura que tú fuiste elegido para llegar a ese libro y leer la carta. Nada sucede por azar . Muy buen soneto.
ResponderEliminarAbrazos.
Nunca se sabe estimada amiga, la vida siempre nos depara gran cantidad de sorpresas.
EliminarMuy agradecido por tus gratas palabras.
Recibe un fuerte abrazo.
Se suele decir que la curiosidad mata al gato, pero en esta ocasión, tu curiosidad ha resucitado una vieja historia de amor, que te agradezco hayas compartido con todos nosotros en esta bonita entrada.
ResponderEliminarUn abrazo, Juan y feliz mes de Agosto.
Muchas gracias, amigo Manuel, la verdad sea dicha, no me pude resistir a leer esa carta, que al final resultó ser una bella carta de amor.
EliminarUn fuerte abrazo.
Admirado Juan, la historia que aquí nos presentas es, realmente, una historia de amor, tal vez, una de esas historias de amantes que Gabriel García Márquez llamó "amores contrariados", es decir, que , a pesar, de la intensidad de este sentimiento humano, los enamorados no podían abiertamente vivir sus afectos, sus necesidades de construir mundos fantásticos, paraísos sentimentales y altares para consagrar la carne, tanto deseada y, a escondidadas, tanto degustadada. Haber encontrado aquél libro y la carta escondida en él ha sido un regalo destinado a a la persona precisa, al escritor y poeta que sabría interpretarla y después perpetuarla, narrando, con el poder de la palabra, lo leído.
ResponderEliminarApreciado Juan, ha sido todo un acierto de inteligencia y creatividad, narrar la historia y después darle un realce artístico insuperable, de una belleza digna de un poeta que, como tú, es un Maestro de la métrica y, en especial de los sonetos endecasílabos. ¡ Sencillamente brillante!
Gracias, amigo mío, por leerme y por el tiempo que me regalas en mi espacio de Contrastes.
Te dejo un abrazo y mi admiración.
Estimado amigo Gustavo, siempre es un placer tu paso por esta tu casa y sumamente agradecido por tus entrañables palabras, que demuestran y manifiestan tu personalidad y una vez más ese arte que llevas dentro.
EliminarSiempre es y será para mí un verdadero placer y honor visitar tu blog y leer con suma atención tus maravillosas creaciones. El placer siempre es mío. No dejes de escribir nunca.
Un fuerte abrazo apreciado poeta y amigo.
¡Qué hermoso, estimado Juan!
ResponderEliminarTanto la historia, como el poema son muy agradables, muy interesantes. La vida nos da sorpresas, tu curiosidad ha servido para compartir una bella situación. Mil gracias. ¿Sabes algo? Yo no me hubiera atrevido a leer esa carta escondida :)
Siempre es un gusto leerte. Un enorme abrazo.
Gracias por tus palabras estimada Rud.
EliminarSeguro que la hubiese leído 😄 la emoción te hubiese superado.
Un gran abrazo, amiga.
Olá, amigo Juan, uma história impressionante, que se passou nessa mansão há tantos anos, na qual a sua proprietária tria se apaixonado pelo jardineiro, na ausência constante do marido que saía em viagens.
ResponderEliminarTambém gostei muito de seu poema em homenagem àquele livro descolorido colocado ao alto da estante.
Aplausos, amigo!
Um bom final de semana,
grande abraço.
Muchas gracias por tus palabras estimado Pedro. Siempre un placer tu presencia.
EliminarUn gran abrazo e igualmente buen fin de semana.
Mas que texto curioso, meu amigo!! Também fiquei um pouco ansiosa para você alcançar aquele livro e desvendar o mistério!! Sofri junto! rssss
ResponderEliminarMas uma história de amor, sem dúvida, e muito bem contada, e fechando com um belo poema! Uma bela postagem!
Um feliz fim de semana pra você,
Grande abraço daqui, muito frio e sempre chovendo.
Muchas gracias, amiga Taís por tus palabras. Realmente la carta emocionaba.
EliminarSiempre un placer, tu presencia y comentario.
Manda si puedes desde Brasil un poco de agua a España, estamos en sequía y con restricciones de agua en medio país con la agravante de los incendios.
Un gran abrazo y te deseo buen fin de semana.
Hola Juan, que historia de amor más entrañable y preciosa, que guarda en si misma la esencia del amor verdadero. Y que suerte ser el portado de esa carta, que seguro que nunca pensaron que saldría a la luz. El poema es también muy sentido.
ResponderEliminarUn fuere abrazo.
Muchas gracias, amiga Cristina. Sí, fue una bonita historia de amor.
EliminarUn gran abrazo y buen fin de semana.