El ocaso de una hoja
El ocaso de una hoja:
Todo nace, todo muere.
Fuiste joven y arrogante,
peciolo largo, erecto
y haz desafiante
radiante de color,
de venas transparente,
mirada siempre inquieta
buscando al sol naciente,
sinuosa y coqueta,
con suave brisa
mecías silueta.
Todo nace, todo muere.
Tu haz y envés
así lo dicen
cual guerrero te resistes
mires donde mires,
norte, sur, este u oeste,
¡qué más da!
Si escrito está
el retorno a tu origen.
Juan Tarrero Sarabia
Muy cierto. Destino nuestro Naturaleza sabia. Saludos
ResponderEliminarAsí es Rosa María, todos hemos de terminar igual.
EliminarUn abrazo